Nuestro bilingüismo:
Ante la Reforma Educativa
Después de muchos años de vigencia de la más sutil y repudiable discriminación contra el idioma guaraní la actual Constitución Nacional ha reparado ese daño que desde siempre se le ha causado al sentimiento del paraguayo, declarando el guaraní como idioma oficial de la república junto con el castellano. Es tal vez una las más patrióticas y significativas reivindicaciones que contiene la Constitución nacional de 1992 porque el uso y conocimiento del guaraní siempre fue un derecho de todo paraguayo auténtico y siempre ese derecho le fue conculcado. Me refiero al paraguayo auténtico porque existen unos pocos paraguayos que por su conformación cultural híbrida, nada les importa del idioma guaraní. A algunos incluso les produce escozor que el guaraní se haya oficializado. Esos pocos paraguayos siguen su lucha contra el idioma ancestral de nuestro pueblo. Felizmente se puede individualizar muy bien a esos pocos paraguayos, porque — ellos sin darse cuenta — en esa lucha contra nuestra lengua de origen, se les va la mano y despotrican también contra otros factores de cohesión social de nuestro pueblo, atacando nuestra propia identidad nacional. Es el caso del paraguayo híbrido que no quiere hablar el guaraní porque cree que con ello disminuye su status social cree que hablando en castellano o cualquier otro idioma extranjero, es superior al que habla en guaraní. Ese mismo paraguayo híbrido que dice que el apego al "mbeju" o a otras comidas típicas paraguayas, no es sino un fanatismo patriotero", es el que sostiene que "tales comidas debemos olvidar si queremos progresar, porque nadie las conoce en Europa". Dicen estos compatriotas que el "mbeju", el "vorí vorí" o el "pajagua mascada" no figuran en los menú de Europa.
Ese es el criterio del paraguayo híbrido culturalmente; que está en contra del idioma guaraní y, consiguientemente, en contra de otros factores de nuestra cultura autóctona. Son esos pocos paraguayos los que sienten escozor por la oficialización del idioma guaraní y por la adopción de la disposición constitucional que crea la obligatoriedad de la enseñanza bilingüe en el Paraguay.
Y aquí queríamos llegar: la enseñanza bilingüe marca el punto de partida fundamental para el despegue hacia el desarrollo cultural de nuestro pueblo. Porque con la enseñanza bilingüe el paraguayo va a tener la oportunidad de aprender su idioma materno y al conocer bien su lengua materna que es la lengua de su comunicación familiar y de rutina, ha de conocer mejor también el castellano, y podrá manejar con fluidez y con la competencia debida ambos idiomas oficiales de su patria y así, dentro de algunos años, con la implementación de la enseñanza bilingüe, vamos a tener individuos bilingües coordinados y van a desaparecer los paraguayos lingüísticamente conflictuados. Al cabo de algunos años vamos a tener paraguayos que conocen en forma adecuada la lengua castellana, con posibilidad de acceder, a través de ella en forma inmediata a la cultura universal. Pero también, ese paraguayo va a conocer en forma adecuada el idioma de sus ancestros, para dejar de reprimirse y de retraerse en su propia tierra, y de esa forma sentir seguridad de que no se le va a sustraer el idioma que el quiere como suyo.
NOTICIAS, Asunción, domingo 21 de enero de 1996
Desde hace casi 50 años el Lic. Lino Trinidad Sanabria es un infatigable defensor e investigador del idioma guarani además de ejercer una fértil actividad docente. Co-fundador y miembro de varias asociaciones de fomento de la cultura paraguaya-guaraní es también autor de innumerables artículos y libros en y sobre el guaraní, entre ellos una traducción de Platero y yo al guaraní (Platero ha che) y una antología bilingüe Ñane ñe'ê guaraníme (ver bibliografía).
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