La
ley 5.598,
recién aprobada en la Legislatura correntina, establece al guaraní como
idioma oficial alternativo para Corrientes. Se sumanlas adhesiones de
apoyo a esta nueva norma, aunque sin embargo, hay
muchas posibilidades
de que el Ejecutivo Provincial la vete en forma parcial o impugne
algunos artículos de la ley. La lengua guaraní lleva 234 años postergada
por silencios
Existe una fuerte oposición de parte
del Ministerio de Educación de Corrientes para que ley sea promulgada
íntegramente.
Según declaraciones del ministro
Carlos Vignolo, sería imposible enseñar el idioma guaraní en todos los
niveles educativos.
Se trata del segundo artículo de esta
nueva norma la que genera la discusión, y la que podría derivar en un
veto parcial por parte del Ejecutivo Provincial.
No obstante ello, continúan sumándose
las adhesiones de distintas personalidades del mundo cultural que están
de acuerdo e inclusive manifiestan su beneplácito y lo consideran un
importante logro de parte de la Legislatura correntina, y en particular
del diputado Walter Insaurralde por proponerla como proyecto.
Entre los que se han manifestado a
favor de la misma se encuentra la presidente del Consejo General de
Educación, Mercedes Sehman de Barberán.
Desde la ciudad de Ituzaingó adhirió
el escritor Miguel López Breard.
El subsecretario de Cultura de la
Provincia, Norberto Lischinsky, consideró que por medio de un "proceso
gradual" se pueden iniciar planes de trabajo para que se cumpla la ley
en todos sus puntos.
Incluso Silvio Liuzzi, un correntino
estudioso del idioma guaraní y que es profesor en la Universidad de La
Sorbona en París, envió una carta al Gobierno correntino para dar cuenta
de la presencia de esta lengua vernácula en el campo de los estudios
lingüísticos en Francia e inclusive Alemania.
La profesora Mercedes Magdalena
Dacunda, especializada en Investigación Educativa, destacó a su vez el
doble mérito de esta legislación "dado que propendieron a que se llevara
a cabo tal acontecimiento" y también por haber "levantado" las
prohibiciones de la lengua guaraní que datan del año 1770 (siglo XVIII),
fecha que coincide con la expulsión de los Jesuitas de las Misiones.
De acuerdo con esta especialista, a
partir de ese episodio, Carlos III de España prohibió el uso de las
lenguas indígenas en los territorios de sus colonias. Se comenzó a
prohibir el quechua en Santiago del Estero y Tucumán, y se continuó con
las demás lenguas nativas. A tal efecto se impuso el uso de la lengua
castellana -de Castilla- de donde eran oriundos los Reyes Católicos. El
"castellano" sería la lengua de la nación "civilizada", de la clase "ilustrada"
o "semi-ilustrada". "Fueron los inicios desde donde se empieza a
desvalorizar a los negros, mestizos e indígenas, y por ende a sus
culturas", especificó.
Esta postergación de la que da cuenta
la profesora Dacunda y que se extendió por 234 años, hoy cuenta con
muchas posibilidades de ser subsanada, sin embargo un veto del
gobernador en contra de la enseñanza de la misma sería como dar un paso
hacia atrás en este acontecimiento histórico.
Mercedes Dacunda sita al respecto a la
socióloga argentina Alcira Argumedo, quien señaló que la revolución
tecnológica y el cambio de época que diera lugar a la expansión
hispano-portuguesa "fue acompañada de definiciones acerca de dos de los
principales troncos que a través de distintas mestizaciones y
entrecruzamientos entre sí y con la población de origen blanco
conformarán las clases populares de América latina".
Por una parte, se establecía que los
negros no tenían alma, es decir, no eran considerados seres humanos; "y
así durante tres siglos se los pudo someter a la más aberrante
esclavitud por parte de católicos y protestantes, sin ofender a Dios".
En segundo lugar, a los indígenas se
les reconocía el alma y podían ser evangelizados pero, "al mismo tiempo,
eran concebidos como "amentes", faltos de razón, un poco tontos; por lo
tanto deben someterse a la encomienda, serán encomendados a grandes
propietarios de hombres y tierras, que debían garantizar su
evangelización y también una inhumana expoliación".
Se calcula que en los primeros cien
años de la conquista, debido a las guerras, a la ruptura de los
equilibrios ecológicos y sociales de las culturas nativas, a las pestes
introducidas por los europeos y a una explotación laboral brutalizada,
muere cerca del 80 por ciento de la población americana originaria.
"Es el primer genocidio de la cultura
occidental en nuestras tierras, donde las clases dominantes que se
constituyen a partir de la conquista, sostendrán en distintas regiones
del imperio español esta diferenciación entre seres humanos, seres menos
que humanos y seres simplemente no humanos. Los tiempos no son tan
lejanos en Brasil, los bisabuelos de nuestros hermanos negros de hoy,
eran esclavos..."
Al respecto Jean Paul Sartre, filósofo
existencialista francés contemporáneo, antes de morir y haciendo "mea
culpa" como europeo, expresaba en la década de los '60: "...La violencia
colonial no se propone sólo como finalidad mantener una actitud
respetuosa a los hombres sometidos, trata de deshumanizarlos. Nada será
ahorrado para liquidar sus tradiciones, para sustituir sus lenguas por
las nuestras, para sustituir sus culturas, se les embrutecerá de
cansancio...".
Retomando las expresiones de Mercedes
Dacunda, y en el contexto señalado se pregunta: "¿Cómo se cree que han
podido sobrevivir nuestros alumnos rurales, cuya lengua materna es el
guaraní? Han vivido avergonzados durante dos siglos y medio. Se han 'paralizado',
'inhibido', porque 'a ver si digo algo y la maestra me dice que hablo
atravesao'...
Estas prohibiciones y silenciamientos
han sido causas de los fracasos escolares en las escuelas rurales debido
a las desvalorizaciones intermitentes por parte de los docentes, en las
cuales me incluyo por no haber entendido en su oportunidad y conocer
esta temática, también porque la formación docente ha sido sostenida por
el paradigma de la ilustración: sólo vale la cultura de los 'blancos',
la 'lengua de los blancos', porque serían las únicas personas que 'podían
ser inteligentes y por ende las únicas personas que podían ser pensantes'.
Por este motivo, hasta el día de hoy,
en nuestras escuelas conviven paralelamente dos culturas: la de los
niños con 'cultura nativa' y la de los 'blancos', representado por la
docencia".